Teca Furst

Tuvo mucha suerte de crecer con una familia amorosa y con ascendencia diferente. Su padre, siendo de ascendencia africana, y su madre de españoles. Sin embargo, había una diferencia social entre las dos familias, la familia de su padre, que todavía luchaba contra el racismo enmascarado, la igualdad educativa y el acceso a mejores trabajos, como muchos brasileños en ese momento, afrodescendientes.

A una edad temprana, comenzó a preguntarse por qué no todos teníamos acceso al mismo estilo de vida y oportunidades. Ella solo tenía cinco años en ese momento.

Lentamente, una idea comenzó a crecer dentro de ella, la de la igualdad social, educativa y económica y tuvo la suerte de tener abuelos, entre otros, que entendieron y apoyaron sus sentimientos. Le dio la confianza para comenzar a comprender la importancia de la resiliencia y derribar barreras.

Fue con este pensamiento, aún con todas las barreras que experimentó, que decidió en 2002 vivir en España. Fue aceptada en una universidad pública española, la Universidad de Salamanca, para obtener la licenciatura en derecho. El proceso no fue fácil, pero dirigió sus pensamientos hacia su meta, siempre de manera positiva y con pasión. Después de unos años, en 2004, inicia un nuevo proyecto de vida, estudiando inglés en Estados Unidos, Nueva York.

Con la forma de pensar de muchos jóvenes, tuvo la inocencia de creer que con las técnicas aplicadas para su éxito estudiantil y profesional en España, tendría el mismo resultado en Nueva York. Y no fue así. Encontró en esta “ciudad que nunca duerme”, muchas barreras y entre ellas, el idioma, la diferencia cultural, el clima frío, dificultades para ser aceptada en una universidad americana, por no saber inglés y la soledad. Pero, con la ayuda de grandes amigos, el apoyo, incluso de lejos, de su familia brasileña y de un life coach, logró cambiar sus pensamientos y acciones, y así completó el curso de inglés, fue aceptada en una universidad. . Estadounidense, Stony Brook University, para especializarse en psicología, y encontró su pasión profesional, la de ser un entrenador de vida, en Nueva York. Con eso, continuó con lo que hizo y siempre creyó, desde su infancia en Brasil, apoyar y ayudar a los demás, romper las barreras de la desigualdad, con perseverancia y confianza en sí misma. Y así, con técnicas de coaching de vida profesional, ayudar a personas con bloqueos emocionales, sociales, familiares o profesionales a encontrar estrategias, formular metas concretas, y descubrir su verdadera pasión y potencial interior, a creer en sí mismos, en lograr una vida plena, sana y feliz la vida.